Construir acuerdos y políticas de largo plazo
Por Aldo Hernando
Domingo 9 de Agosto de 2020 – Pico de contagios en el Área Metropolitana de Buenos Aires y varias ciudades del país. El ministro de salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán, dijo esta semana que no se podía pensar en una temporada de verano sin una vacuna. Inmediatamente salieron a responderle los intendentes de los municipios costeros.
Mientras tanto, la reforma judicial dejó paso al acuerdo por la deuda externa como tópico central de la semana. Uno de los temas en los que no hubo grieta, casi todo el arco político, exceptuando a la izquierda, se mostró a favor.
Esta semana también se dieron los primeros cortocircuitos entre Alberto Fernández y Horacio Rodriguez Larreta por las camas de la ciudad de Buenos Aires. La discusión se dio porque el Presidente había dicho que los hospitales bonaerenses estaban recibiendo afiliados porteños del PAMI (Programa de Atención Médica Integral).
La titular del PAMI, Luana Volnovich, señaló que entre el 15% y el 20 % de los pacientes porteños de esa obra social terminan migrando al sistema sanitario provincial porque en la ciudad no tienen lugar donde atenderse. Por su lado, el ministro de salud porteño, Fernan Quiros, respondió que son correctos esos datos pero mencionó que “la ciudad de Buenos Aires tiene una ocupación de camas de terapia intensiva que es del 65 % en el sector público y del 75 % en el sector privado” y agregó que cada obra social y prepaga tiene su sistema de contratación de efectores y decide cómo atiende a sus afiliados.
Por otro lado, y buscando mostrar otra agenda, el Presidente anunció el nuevo PROCREAR, que prevé una inversión de 25 mil millones de pesos y en 48 horas se anotaron más de 50 mil personas. También participó de anuncios que tienen que ver con obras en distintas unidades carcelarias de la provincia de Buenos Aires junto al gobernador Axel Kicillof. Un intento de mostrar otra agenda que no sea la de la pandemia.
Finalmente llegó el tan ansiado acuerdo de la deuda e inmediatamente comenzaron las reuniones para comenzar a pensar como hacer crecer la economía. En eso está el canciller Felipe Solá, quien le presentó un plan de exportaciones, una fuente vital para el ingreso de dólares, un elemento que se necesita y mucho. En ese sentido, coinciden con Macri, quien también pensaba que el mayor desarrollo del país pasaba por el comercio exterior, aunque lamentablemente no hubo tal desarrollo durante su gestión sino todo lo contrario.
La Argentina necesita empezar a crecer, generar empleo, bajar la informalidad laboral y achicar la brecha social y económica. No puede seguir manteniendo los niveles de pobreza que tiene, la inflación no debería estar en los números que está. Y para eso hace falta una mirada a largo plazo que involucre a todos.
Todos los partidos políticos, los sectores empresarios, sindicatos, religiosos, sociales, legisladores, el poder ejecutivo deben sentarse en una mesa a ponerse de acuerdo en cinco o diez ejes centrales que no se modifiquen asuma quien asuma la presidencia. No sólo objetivos sino ejes de acción.
En los objetivos están todos de acuerdo, eliminar la pobreza, que no haya desigualdad, que no haya hambre, que no haya analfabetismo, que todos tengan los servicios esenciales. La cuestión está en el cómo, ahí está el meollo central, donde comienzan las discusiones. Por esto es que hace falta un Consejo Económico y Social donde todas éstas fuerzas estén representadas y se discutan políticas a largo plazo y que se cumplan, de lo contrario sería en vano.
En el cumplimiento de los proyectos está otra de las cuestiones. Porque se pueden juntar todos en una mesa, después de muchas discusiones se pueden llegar a poner de acuerdo en cinco ejes de acción pero luego deben ponerse en práctica y si cambia el color político en Casa Rosada deben continuar esos proyectos. Son contados los temas y acciones que mantienen una línea a lo largo de los años, que todas las gestiones han mantenido. La soberanía de las Islas Malvinas es uno de ellos, como uno de los más importantes, y yendo más a lo cotidiano la implementación de la tarjeta SUBE.
Es posible y debe serlo. Lo mismo en la provincia de Buenos Aires, que pareciera haber perdido el rumbo de desarrollo. La provincia más grande del país, la que más produce, la que más aporta al tesoro nacional y la que menos recibe en proporción a lo que aporta; esto también es una deuda de la clase dirigente. Lo mismo sucede con la desigualdad, la pobreza estructural, los niveles de inseguridad, la pobreza infantil, el narcotráfico. Temas en los que las diferentes gestiones no han estado a la altura de las circunstancias.
Se deben dejar las peleas que no conducen a nada como las que protagonizan Berni con Frederic por el tema de la seguridad en el conurbano bonaerense. Esta semana hubo otro cortocircuito por la llegada de la Fuerza de Respuesta Rápida, desplegada por la ministra de seguridad nacional, Sabina Frederic, que enviará brigadas a los municipios donde aumentó la inseguridad. El ministro de seguridad provincial, Sergio Berni, señaló que se enteró por los medios. Estas situaciones no deben pasar. La situación de la seguridad es crítica para andar perdiendo el tiempo en peleas inocuas.
En este sentido es interesante la propuesta del presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, quien propone crear una Agencia de Seguridad tripartita para el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires), por la que se evitará la superposición de tareas y por mandato legal se deberá coordinar el trabajo de las fuerzas de seguridad de la Nación, de la provincia de Buenos Aires y de la Capital Federal, donde también tendrán una participación especial los intendentes del conurbano.
Es con estas medidas por donde se deben buscar las soluciones para enfrentar un problema que aqueja a tantos bonaerenses del Área Metropolitana de Buenos Aires. Lo mismo debiera suceder con las políticas que permitan potenciar el desarrollo de la provincia y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.