¿Cómo seguimos después del Coronavirus?

Por Aldo Hernando

En los últimos días la ciudad de Wuhan, donde surgió el Coronavirus, salió de la cuarentena y sus habitantes salieron a la calle. Días después se viralizó una foto de una ciudad de China que mostraba el cielo despejado sin contaminación durante la cuarentena y otra que reflejaba la contaminación diaria que afecta a ese país. Lo mismo sucedió en India. Y también en otras partes del mundo, donde el respiro que le dimos al planeta se vio reflejado en menor contaminación.

¿Será que los humanos debemos aprender de esta crisis? Que debemos convivir con la naturaleza y no pensar que ésta es el lugar donde nosotros podemos hacer cualquier cosa. Desde hace muchos siglos, hemos vivido en un antropocentrismo, y tal vez esta pandemia nos viene a decir que somos tan frágiles como cualquier otro animal.

También nos debería servir para darnos cuenta de la importancia de invertir en salud y en ciencia. Dos pilares fundamentales, junto a la educación, para el desarrollo de un país. Y, con respecto a la educación, reconocer la importancia de la formación. En estos momentos, quienes están al mando son los que realmente saben y no los acomodados. Los primeros saben hacer las cosas, los segundos no.

Entrando en lo nacional, también es importante destacar la comunión entre oposición y oficialismo. Es esperable que no sea momentáneo y sea una base sobre la que construir política. Adversarios si, enemigos no. Debemos entender de una vez por todas que somos todos habitantes del mismo país. Después habrá diferencias en el cómo lograr las cosas, es lógico. Pero los ciertos objetivos debieran ser los mismos y también entender que la concordancia debiera ser la base.

En cuanto a la economía, son clave las medidas que se están tomando para dar una mano a los que más la necesitan. No hay que descuidar la economía, sobre todo a las pequeñas y medianas empresas, porque, de lo contrario, cuando termine todo esto las consecuencias pueden ser devastadoras.

Hasta ahora el Gobierno nacional, provincial y los municipios vienen haciendo las cosas bien, en cuanto a medidas económicas y control de precios. Pero los bancos y grandes empresas no. El Estado debe ponerse vivo para que quienes logran ganancias siderales pongan un poco el hombro en esta pandemia. No se puede hacer ganancias con la crisis de otros. Es tiempo que las grandes empresas se pongan la camiseta también. Nadie se salva solo.