Hernández: «Cuando ingresó nuestro gobierno casi todas las máquinas para arreglar caminos estaban rotas»

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Por Federico García

Sábado 8 de Mayo de 2021 – La localidad de Salliqueló está ubicada al oeste de la provincia de Buenos Aires, limita al noroeste con Pellegrini, al noreste con Tres Lomas, al sureste con Guaminí y al suroeste con Adolfo Alsina.

Tiene una extensión geográfica de 79.000 hectáreas y una población de aproximadamente 10 mil personas. Además de la ciudad cabecera Salliqueló, forman parte del partido las localidades de Quenumá y Estación Graciarena. El distrito fue fundado el 13 de noviembre de 1961 y es la Capital Provincial del Novillo Tipo.

En lo que tiene que ver con la situación epidemiológica por la pandemia generada por el virus Sars Cov 2, que provoca la enfermedad COVID-19, la localidad se encuentra en Fase 4.

Según el último informe sanitario, hay once casos activos en la localidad cabecera, de los cuales 5 son por criterio clínico epidemiológico y 6 por laboratorio. Por el momento, no hay internados por la enfermedad en el hospital municipal. Desde que comenzó la pandemia, se registraron 18 fallecidos por COVID-19.

Sobre la situación en la localidad, la actividad en el Concejo Deliberante y el funcionamiento del municipio en pandemia, se refiere el presidente del Concejo Deliberante Raul Hernández.

-Con respecto a la situación epidemiológica por la pandemia de la COVID-19, la localidad está en Fase 4. ¿Cómo lo vienen encuentran?

En este momento podemos decir que estamos bien, venimos con una cantidad de casos sostenida pero con muchos cuidados. El Comité de Crisis siempre está recomendando todo tipo de precauciones porque en los pueblos del interior cuando se empieza a complicar con la cantidad de casos, y con la provincia complicada así como los hospitales de la región, se nos complica porque acá no tenemos respiradores ni terapia intensiva, entonces hay que prevenir antes de curar.

-¿Han llegado a tener algún inconveniente sanitario en lo que va de la pandemia?

En enero pasado se desbordó la situación, llegamos a tener más de 300 casos. Los inconvenientes se presentan a la hora de tener que entubar un paciente y derivarlo; a veces, los médicos están muchas horas llamando por teléfono para encontrar una cama donde derivar a los pacientes.

-Con respecto a la región, ¿han trabajado con los intendentes de la zona?

Se trabaja en conjunto, nosotros tenemos mucha comunicación con Tres Lomas, con Pellegrini, que son las localidades con las que tenemos más movimiento de gente. Tenemos cercanía con Carhué pero no hay tanto movimiento entre Salliqueló y Carhué como sí hay con Tres Lomas, Trenque Lauquen o Pellegrini.

Con Pellegrini se trabaja en conjunto, de hecho todos los hisopados que se mandan nos ponemos de acuerdo y viaja un día cada municipio. Cuando hay cambios de Fase, o subidas de casos, se trata de estar en coordinación.

Nos ha sucedido que si Tres Lomas tiene muchos casos y pone el horario de restricción de circulación a las doce de la noche y nosotros, porque tenemos menos, lo dejamos hasta las dos de la mañana, nos ocurre que nos vienen jóvenes por esas dos horas a nuestros bares y ahí es donde se nos complica un poco la situación. Entonces tratamos de estar siempre en concordancia.

-Si bien es una cuestión provincial, en algunas localidades se han abierto vacunatorios municipales para vacunar contra la COVID-19, ¿en el caso de Salliqueló han podido abrir centros municipales?

Hasta donde yo sé lo maneja todo provincia con parte del personal del hospital que es municipal, pero hay un sólo centro de vacunación. En la última sesión del Concejo Deliberante hubo un pedido de comunicación para que el intendente solicite a la Región Sanitaria la posibilidad de abrir otro centro de vacunación en Quenumá pero depende de las gestiones que pueda hace el intendente y si la Región Sanitaria lo aprueba.

-El intendente de Salliqueló, Miguel Nosetti, participa de una liga de intendentes vecinalistas junto a sus pares de Chivilcoy, Necochea, Villarino, Torquinst y Tres Arroyos. ¿Cómo están trabajando con ese tema y cómo trabajan con el gobierno provincial con respecto a las obras para el distrito?

La liga de intendentes vecinalistas sigue existiendo, siguen en contacto. Personalmente me seduce mucho la idea pero también entiendo que está un poco verde para llegar a las elecciones con una lista vecinalista a nivel provincial. Suelen tener reuniones con el gobernador Kicillof y los ministros.

En cuanto a las obras, han salido algunas pero no las que uno quisiera. Han salido un par de cuadras de cordón cuneta y obras cloacales, también una obra de ampliación de un colegio. Salliqueló es un partido que está muy retrasado en obras, tiene muchísima necesidad de viviendas, asfalto, luminarias y de eso todavía no aparece nada.

-Con respecto a tu rol en el Concejo Deliberante, ¿cómo es la dinámica entre los distintos bloques?

En Salliqueló tenemos cuatro fuerzas dentro del Concejo, diez concejales que estamos divididos en tres bloques de tres y un monobloque. La dinámica es un contínuo aprendizaje, está aceitada pero es complicado el tema de las cuatro fuerzas, sobre todo cuando de los diez concejales hay siete opositores.

Eso complica muchísimo y, por otro lado, como ninguna de las fuerzas tiene mayoría automática, nos ha ayudado a tener que consensuar cada proyecto que se presenta. Se llega a buenos proyectos, bien terminados, porque el espacio que lo presenta tiene que estar dispuesto a escuchar aportes para poder aprobarlo.

-El gobierno provincial anunció un plan para mejorar los caminos rurales, ¿en qué situación se encuentran los caminos rurales en la localidad?

Históricamente nosotros tenemos en Salliqueló una Asociación Rural que es muy combativa y hace mucho hincapié en el tema. Personalmente, considero que en lo que va de gobierno, sobre todo los últimos seis a ocho meses, se están normalizando el andar en los caminos.

Veníamos de gestiones que no tenían como prioridad el arreglo de los caminos, sí hay que reconocer que en los últimos dos años de la última gestión (de Vidal) se pudieron acomodar bastante.

También tenemos un déficit en las herramientas para arreglar los caminos. Cuando ingresó nuestro gobierno (2019) estaban casi todas las máquinas rotas o a punto de romperse, hubo que arreglar muchos motores, tenemos máquinas de la década del 60, hay alguna máquina más moderna pero no son máquinas para enfrentar caminos rurales, son más bien para caminos urbanos.

Hoy por hoy, con muchísimo sacrificio, no se escuchan muchos reclamos de los socios de la Asociación Rural y están medianamente conformes con los caminos. Ojalá que la provincia pueda dar una mano porque a los municipios como el nuestro, que tenemos más 400 kms de caminos, nos lleva muchísimo presupuesto y es muy difícil sin equipamiento.

También dependés mucho de las condiciones climáticas, por eso en los pocos días que hay humedad, por el tipo de suelo que tenemos, tenés que salir a resolver varios kilómetros.

Cada vez transitan más kilos de cosecha por los caminos. También tenemos otro problema, el distrito es muy chico y la influencia de Salliqueló abarca mucho más que nuestro distrito y viene mucha producción, que es bueno si dinamiza la economía en su faz comercial pero ocurre que es mucha producción y no tributan tasa.

-Con la pandemia, muchos sectores se han visto afectado como los gastronómicos o culturales, ¿desde el Concejo tienen algún proyecto para ayudar a dichos sectores?

Al principio de la pandemia, se hizo una disminución de tasas para algunos rubros. Si bien nuestra economía pasa por el sector agrícola ganadero, también tenemos gimnasios, comercios gastronómicos que, cuando comenzó la cuarentena, se quedaron sin su sustento.

Participo de las reuniones del Comité de Crisis y recuerdo haber recibido visitas de jóvenes que los dos eran profesores de gimnasia y vivían del sustento de un gimnasio y, de pronto, ninguno de los dos podía trabajar. Para una parte de la población fue complicado y lo sigue siendo.

-Ha crecido mucho la oferta educativa terciaria y universitaria en Salliqueló, en muchas localidades es un problema el desarraigo de muchos jovenes hacia las grandes ciudades, ¿cómo trabajan ese tema?

Honestamente, creo que la pandemia nos ha absorbido un montón de cuestiones que uno hubiese querido trabajar más. Teníamos como proyecto de campaña tratar de trabajar en buscar la manera de que los jóvenes que se van a estudiar vuelvan al terruño pero están todos los equipos del ejecutivo absorbidos por la pandemia y es muy difícil administrar “miseria”.

Tenés permanentemente mucha gente aislada. Los primeros meses la gente lo entiende pero después empieza a pasar el tiempo y ver una cierta normalidad, y si una luz no le anda y hacen el reclamo no entienden que tienen que esperar quince días porque tenés personal afectado o aislado.

Si a eso le sumás la coparticipación que normalmente llega a ser de alrededor de un 130% de lo presupuestado, porque generalmente viene la coparticipación presupuestada más la inflación, que en éstos últimos años ha rondado el 30%, y el año pasado terminamos con una coparticipación del 95% que, en los números de un municipio como el nuestro, implica muchísimo dinero que no nos permite hacer muchas cosas.

A los trabajadores tenés que seguirle cumpliendo con los aumentos de sueldo además de los combustibles y los insumos que suben. Tenés que hacer malabares y, con la pandemia, generar más trabajo en desarrollo social.

Es una situación que le digo al intendente es casi imposible de manejar, por eso es muy difícil cuando agarrás un municipio endeudado como lo agarró esta gestión y a los dos meses te agarra una pandemia.

De provincia y nación, a nosotros nos ha llegado muy poco y manejarse con los escasos recursos es muy complicado. No sé si es el justificativo para que no hayamos podido hacer demasiado con un proyecto para los jóvenes pero son demasiadas cosas.

Como ejemplo, el hospital municipal hasta antes de la pandemia tenía en promedio alrededor de cuarenta o cincuenta cajas de residuos patológicos por mes, que viene un camión una vez al mes y se las lleva. Cada caja está costando alrededor de mil pesos.

Con la pandemia, de las cuarenta cajas que había que te costaban mil pesos hoy estamos en alrededor de ciento cincuenta cajas, o sea que estamos con noventa o cien cajas más de promedio, que son noventa o cien mil pesos más, solamente de residuos patológicos.

Otro ejemplo, el vehículo que tiene salir del municipio a llevar los hisopados. Un viaje Buenos Aires con un chofer en el vehículo municipal, de viáticos te sale alrededor veinte mil pesos y estamos con un viaje y medio por semana, aunque cabe aclarar que no todos son a Buenos Aires.

Empezás a sumar todas esas cuestiones, que no las ve nadie pero cuando te adentrás en la gestión la verdad que la pandemia te hace un desastre.

-¿Crees que haría falta tratar la autonomía municipal en la provincia de Buenos Aires o un replanteo de como funciona el Estado provincial?

Si, la autonomía municipal sería una muy buena medida. Ùltimamente los Estados municipales, y hablo por el nuestro, se han tenido que ir haciendo cargo de cuestiones que deberían hacerse cargo el Estado provincial y nacional.

De pronto, hay instituciones que piden colaboración y desde el municipio es muy difícil decirles que no porque realmente las necesitan. Esta mañana (por el jueves pasado) hablaba con el padre de un chico que está en el Taller Protegido, de hecho hace diez días los concejales de nuestro bloque tuvimos una reunión con la comisión directiva del Taller, y realmente no se puede entender porque los Estados nacional y provincial no se hacen cargo por lo menos de los sueldos de los empleados de los talleres protegidos que en el caso del de Salliqueló es absolutamente deficitario porque pueden producir unas poquitas cosas los chicos y la estructura de esa organización es casi como si fuese de una empresa.

Hace un par de días, desde el Taller Protegido recibieron una intimación del Ministerio de Trabajo por una requisitoria que le habían hecho un tiempo atrás. Tienen que hacer un mondongo o unos pollos y venderlos en la comunidad para poder los sueldos de los tres empleados que trabajan allí.

Desde el Taller, hablan de $250 mil aproximadamente por mes que tienen solamente de sueldos y cargas sociales, y con la pollada juntan 80 mil. El Estado no ampara ese tipo de situaciones sino que les manda requisitorias e intimaciones.

A veces no hay que decir que vamos con todo tan bien sino que hay que barajar y dar de vuelta, y ver la situación donde estamos. Tenemos gente en Salliqueló que no tiene lugar donde vivir y se estaba asistiendo en el hospital, no estaba bien pero era el único lugar donde se podían quedar.

Con la pandemia se intentó que pasen a un hogar de abuelos pero tampoco pudieron estar porque es gente que anda relativamente bien y salen, y en los hogares se prohibió el ingreso y el egreso, y es gente que terminó quedando en la calle por lo que el Estado municipal se tiene que seguir haciendo cargo, por ejemplo pagándole un hospedaje, que para una persona te cuesta $70 mil por mes.

Esto lo sufro siendo parte del oficialismo municipal. Por ahí la oposición genera proyectos para hacer una bicisenda o un anfiteatro pero si no entendemos que los pocos recursos que tenemos se nos han ido en gastos que se nos han multiplicado por la pandemia y, a su vez, hemos tenido menos ingresos, van a seguir generando esos proyectos y realmente son todas cuestiones inviables en la medida que no cambie la situación.

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