Sale Macri, entra Alberto

Por Aldo Hernando
Ayer se despidió Macri con una plaza repleta de gente. El martes asume Alberto Fernández. La transición, por lo menos desde afuera, se desarrolló sin inconvenientes, y eso es una buena noticia. Necesitamos calma, que desde el poder dejen de salir hostilidades. No digo que seamos todos amigos y vayamos de la mano, pero un poco de concordia no vendía nada mal.
En provincia el gabinete está prácticamente definido. Kiciloff armó un equipo con mayoría de los propios, poco de La Cámpora e intendentes. Y un Augusto Costa super poderoso. Mientras tanto, en Diputados la pelea es por la vicepresidencia y la importante doble firma. Acá también habrá que ver cuáles son las primeras medidas, porque hasta el momento el gobernador electo fue como los magos, nada por allí, nada por acá.
En La Plata, Garro asume mañana y de su gabinete no circuló nada. Sólo la guerra desatada entre radicales y que la lapicera la tiene el intendente. Definir el equipo que lo acompañará no será nada fácil porque hay nuevos compañeros. Por lo menos tiene mayoría en el Concejo Deliberante y el presupuesto asegurado.
Gabinete completo para casi todos, ahora falta ponerse a trabajar. Se acabó la campaña, se acaban las quejas sobre los que otros hacen mal o no hacen. El tiempo de reflexiones pasó, ahora hay que actuar. Y el lema de que vuelven mejores también es hora de cumplirlo. El signo político del gobierno que asume en provincia, si bien el nombre del gobernador y vicegobernadora es nuevo, ya estuvo. Cafiero, Duhalde, Ruckauff, Solá, Scioli fueron gobernadores con el mismo partido. Axel Kiciloff y Verónica Magario deben demostrar desde el principio que son mejores que los nombrados, pero el aparato compartido es el mismo.
También asumen o vuelven a asumir todos los intendentes de la provincia de Buenos Aires. Una oportunidad de barajar y de dar de nuevo. Pensar en las continuidades y nuevos proyectos.