La esperanza en tiempos de recuperación

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Por Elizabeth Selva*

Lunes 19 de Julio de 2021 – Muy buen lunes para todos ¡¡Felices vacaciones de invierno para todos!! Son momentos para descansar, recrearnos, divertirnos, cuidarnos y disfrutar.

Haber llegado hasta acá, tanto para padres, madres, docentes, chicos, jóvenes y adolescentes, fue un gran esfuerzo, valoricemos el camino recorrido.

Agradeciendo las distintas vivencias, y todo lo afrontado, desde marzo hasta ahora; no sé cómo lo sienten ustedes, me parece que ha sido un gran esfuerzo para todos, con presencialidades, clases on line, nuevas presencialidades.

Hoy voy a ser breve, con algunas reflexiones acerca del rol de la esperanza en los tiempos que vivimos. El Dr. Héctor Salamá Penhos, en su libro: “Gestalt de persona a persona”, destacó que «la esperanza aparece, o al menos la entiendo yo, como ese punto de referencia que hace que la persona crea que vale la pena vivir».

«No pasarla, vegetar, como un ser anodino que temiendo a la experiencia profunda e impactante de estar vivo se conforma con ser arrastrado por la corriente de situaciones encadenadas en las que no cree poder intervenir», señaló Salamá Penhos.

La esperanza como un punto de partida para recuperarnos, para poder ser resilientes de a poco, cada día que estoy viviendo valorizar: que hay de positivo en cada suceso del día.

Es un ejercicio sobre el aprender a ser resilientes, encontrar lo positivo de cada situación. Nos conviene enlazar otro concepto, el de responsabilidad, del que el Dr. Héctor Salama Penhos dirá en el mismo libro que “en el mismo momento que asumo la responsabilidad de mis actos no tengo otra alternativa que convertirme en el protagonista de mi vida».

«De ahí yo soy el que la dirige (…) ¿dónde está la esperanza? Pues precisamente en esa posibilidad de cambio a la hora de experimentar la vida», destacó Salama Penhos.

Cada nueva posibilidad de vivir cada día es una oportunidad de responsabilizarnos y construirla desde los pequeños actos o acciones de amor, así las llamo yo. De a poco volver a mirar con esperanza cada nueva oportunidad.

Con responsabilidad y siendo los directores de nuestra propia historia. Penos dirá acerca del temor al futuro que «el temor al futuro, o más concretamente la incapacidad para aceptar que depende en buena parte de nosotros, es el principal freno para poder asumir la esperanza que todo ser humano lleva consigo».

Unir responsabilidad, esperanza, dirigir la propia vida, son palabras que les voy a dejar para reflexionar, trabajar en ellas, para estos días que puedan darse unos ratitos de descanso, despejarse, disfrutar, con valor y esperanza, vuelvan renovados a ser los creadores de su propia vida.

* Psicóloga | Nuevas Ciencias de la Conducta y Espiritualidad, Mat. Prov. 93695

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