¿La abertura cierra?

Por Aldo Hernando
El título es un oxímoron. ¿Pero lo es? Muchas veces cuando abrimos debates, ¿estamos dispuestos a darlos? o los abrimos para quedar bien o simplemente para quedar bien y que todo siga como antes. ¿Estamos dispuestos a dar los debates que haya que dar y afrontar las consecuencias de cambiar? o no queremos cambiar nada y sólo hacemos como que si.
¿Queremos abrir el debate sobre el sistema previsional? ¿sobre nuestra economía? ¿sobre nuestra educación? ¿sobre nuestras universidades? o queremos hacer como que si pero en realidad preferimos dejar todo como está, y vamos viendo.
Cuando decidimos abrir los debates debemos estar dispuestos al cambio y aceptar las posibles consecuencias de esa apertura. No podemos abrirlo y hacernos los distraídos. No sirve. Abrirse a lo nuevo cambia, cambiar de paradigma sobre un tema transforma. Debemos estar estar dispuestos a poner en cuestión nuestras estructuras. Y no encerrarnos en nuestros prejuicios y conocimientos previos, porque de lo contrario la abertura cierra.
Cuando en el 2018 Mauricio Macri decidió «abrir» el debate por la despenalización del aborto en el Congreso, no estuvo decidido a afrontar las consecuencias de sus actos, a enfrentar lo que pudiese venir. Y quedó a medio camino. Y no sólo no avanzamos hacia la despenalización del aborto sino que retrocedimos y nos pusimos a discutir la educación sexual. Cada grupo se encerró en sus prejuicios y conocimientos previos, y se «encerró».
Por eso abramos el debate y estemos dispuestos a abrirnos. Todos los debates. Sin miedo. Porque la economía, la educación, el sistema previsional, el aborto, son debates que hay que dar y no pueden seguir esperando mucho más.