Construir es la tarea, no destruir

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Por Aldo Hernando

Estamos atravesando una transición tranquila, tanto a nivel nacional como provincial. Y es una buena noticia que pase eso. Que, pese a las diferencias, se reúnan y el traspaso de mando sea en paz, en todo sentido. No sólo en lo simbólico, en el bastón presidencial y la banda que Mauricio Macri le entregará a Alberto Fernández.

Lamentablemente en Argentina no estamos acostumbrados a lo que debería ser normal. A vivir en tranquilidad, en armonía. Es difícil pretenderlo en un país con tantas necesidades y tan urgentes. Pero justamente por eso es que debiéramos dejar las nimiedades de lado y abocarnos de una vez por todas a lo urgente. No hablo de hacer un «Pacto de la Moncloa» a la Argentina, como se ha puesto tan de moda. Simplemente una transición tranquila, y donde no se destruya lo que el antecesor pudo haber hecho bien cuando asume el nuevo.

Cuestiones que nos nos pondrán la comida en la mesa ni nos permitirán pagar los servicios, es cierto. Pero sí nos permitirán acceder a las condiciones para hacerlo y tener una mejor calidad de vida.

En cuanto a nombres, del gabinete de Axel Kiciloff se sabe que Carlos Bianco será el jefe de gabinete y Augusto Costa estará a cargo del ministerio de economía y producción, y posiblemente también trabajo. Del resto no hay nombres firmes, pero lo más probable es que salgan del equipo de transición que acompaña al gobernador electo, y quienes vienen de la Universidad de José C. Paz.

En La Plata, del futuro gabinete no se sabe mucho aunque muy probablemente haya cambios y nuevas incorporaciones, como el concejal hasta diciembre Fabian Lugli. Del lado de la oposición la tensión después de las elecciones sigue alta. ¿Habrá internas en el justicialismo el año que viene? o desde arriba ordenarán a los soldados. Una batalla que promete varios capítulos.

La Argentina necesita, en estos momentos, de paz, tranquilidad. Teniendo en cuanta el contexto en América Latina, los casos de Bolivia, Chile, Ecuador, debe poder ordenarse en lo interno para salir a posicionarse como el actor regional de peso que es. América Latina, y en esto Argentina y Brasil tienen un rol importante, debe recuperar sus instituciones y darles más fuerza, para que no sean los Estados Unidos quienes quieran venir a solucionar nuestros problemas o pretendan interrumpir los mandatos democráticos. Necesitamos que la OEA sea un organismo para toda América y no controlado por los Estados Unidos. Que la UNASUR vuelva a funcionar pero esta vez con instituciones fuertes. Que el MERCOSUR no pierda peso y lo gane aún más. El camino es la integración regional.

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