Agradecer y valorizar lo vivido

Por Elizabeth Selva *

Lunes 7 de Diciembre de 2020 – Muy buen lunes feriado para todos, les deseo que estén muy bien. Llegamos a diciembre, desde un lugar espiritual es un mes para agradecer, de valoración de lo vivido, lo recorrido, lo logrado.

Este fue un año muy arduo para muchísima gente; conectándonos desde un lugar empático socialmente, ha habido muchas pérdidas de familiares, pérdidas de empleos, rupturas de relaciones y cada uno de a poco tendrá que ir haciendo esos duelos, esas elaboraciones, aprender a decir adiós a algunas situaciones y etapas.

Por otro lado, es muy importante aprender a agradecer. Agradecer nos coloca en un lugar de gratitud, de abundancia; en mis talleres de años anteriores, a mediados de diciembre, les enseño a los participantes a agradecer, para que puedan salir del sistema de pensamiento crítico, desde Análisis Transaccional diremos el PC- Padre Critico Inadecuado.

Agradecer nos coloca en otro patrón de pensamiento. Desde Análisis Transaccional, el Padre Nutritivo adecuado o positivo. Fue un año muy complejo como hemos reflexionado en los encuentros anteriores. ¿Que tienen para agradecer en este año vivido en pandemia?

Agradecer nos coloca en una posición más realista, agradecer que llegamos hasta acá, que fue un año en que mucha gente partió y en estas fiestas, ya veremos de qué forma y con qué protocolos se festejan, realmente agradecer por estar vivos, por tener a nuestros seres queridos bien.

Nos conviene desarrollar una perspectiva de observación, ser observadores de los desafíos que se nos fueron presentando en los distintos meses del año y darnos cuenta que con valentía y paciencia fuimos afrontando.

Quien iba a saber cuándo el 15 de marzo se hablaba de aislamiento preventivo o confinamiento social, que empezó como medida con los chicos y siguió cerca del 18 o 19 de marzo para los adultos, que esto iba a durar tantos meses; como hablaba con mis pacientes, cuanto trabajo de auto sostén y puesta de objetivos diarios tuvimos que hacer. cuanta estructura de contención tuvimos que armar cada uno de nosotros en sus casas, para sus trabajos on line, para sus hijos y la escuela on line en casa. Los deportes dentro de casa, cuanto trabajo realizado por parte de tanta gente.

Sinceramente, en el consultorio de manera on line, pudimos trabajar bien, fue un esfuerzo enorme contener y trabajar tantas situaciones en estos tiempos de pandemia; estoy muy agradecida de poder haberlos podido acompañar lunes a lunes; la verdad que me encantaría que cada uno de ustedes pudiera hacer una valoración y agradecimiento del año.

¿A quiénes agradecerían? ¿quienes estuvieron desde el afecto a la
distancia? ¿Cuantas cosas descubrimos, cuántas cosas creímos que no sabíamos si íbamos a poder y pudimos?

Los logros del año van a estar más en relación a como nos pudimos sostener a nosotros mismos y nuestros afectos. Como ejercicio los invito a hacer una lista de diez situaciones que agradecen, elegir la conducta de llevarlo a los actos cotidianos de agradecer, si entrenamos la mente en el agradecer vamos a estar focalizados en lo que si hay, cambiar la mente en modo valoración.

Es momento de seguir cuidándonos, con un poquito más de flexibilidad, nuevas conductas a incorporar, reuniones al aire libre, cumpleaños breves en las plazas, desarrollar estas conductas de seguir tomando conciencia hasta que esté la vacuna.

Si de balances y agradecer hablamos es muy importante darnos el tiempo para observar que objetivos queremos para este 2021. Si algo aprendimos este año es a ser flexibles, a aceptar las situaciones que nos tocan vivir. A ser prudentes y tomar conciencia de que estar bien depende de nosotros mismos, somos responsables por nuestra propia vida.

En estos meses escribí mucho sobre el Dalai Lama y allá por
mediados de abril en ese primer escrito, «Sembrar esperanza en
tiempos de pandemia», citaba al Dalai Lama y su concepto de
Responsabilidad Universal o Conciencia Universal: “Cada individuo
tiene la responsabilidad directa sobre su propia existencia”.

¿Pudimos hacernos responsables de nosotros mismos?, ¿pudieron trabajar en aprender a ser más empáticos socialmente? , hubo mucha gente, muchas instituciones que se solidarizaron con quienes lo necesitaban y todos colaboramos con comedores, cuando venían a tocar timbre en mi casa siempre tenía algo separado para que esa persona sienta que empatizábamos con su necesidad.

Los invito a poner en papel los aprendizajes de este 2020, estoy segura que van a ser más de lo que ahora se imaginan, les prometo que también voy a hacerlo, me resisto a salir afuera y hacer de cuenta que nada paso, mentira, no salgo a la misma realidad, salgo a construir una nueva; hay mucho dolor en la sociedad, lo huelo, lo siento con las distintas historias que escucho.

El argentino promedio tiene esa singularidad de querer escaparse al afuera y consumir vivencias para evitar hacer profundos aprendizajes, asimilar y acomodar lo vivido. Este año de trabajo on line, uno no llega a tener consciencia toda la contención espiritual que dio.

Es momento de darnos lo que necesitamos, es como ante una catástrofe, está terminando y quedan muchas cosas en ruinas, en escombros, así veo la profundidad de esta Argentina, un país con mucho dolor que de a poco va a haber que ir sanando, reconstruyendo, pero desde las profundidades, de a poco y con calma. Desarrollemos conductas de valorizar y agradecer. Me encantó compartir este espacio con ustedes.

*Lic. Elizabeth Selva |Mat. Prov. 93695 | @licelizabethselva