Agenda política y agenda ciudadana: Carriles separados

0

Por Aldo Hernando

2 de Agosto de 2020 – Esta semana se llevó a cabo un debate sobre el posible acuerdo con China para la exportación de cerdos, organizado por la organización ambientalista Eco House. Participaron Soledad Barruti, Juan Uccelli, Alejandro Lamacchia, Guillermo Folguera y Máximo Mazzocco como moderador. Se transmitió por You Tube y tuvo más de 4 mil personas mirando. Un debate con eje en la cuestión ambiental, la alimentación, el modelo de desarrollo.

El posible acuerdo para la exportación surgió de la “periferia” del mundo mediático y fue ganando cada vez más terreno en los medios masivos de comunicación, mientras éstos abordaban la pandemia, la deuda externa o más recientemente la reforma judicial. Un tema que empujaron las organizaciones ambientalistas, las cátedras de soberanías alimentarias, medios de comunicación pequeños, y muchos jóvenes que tomaron el tema como bandera.

En el debate anteriormente mencionado iba a estar el Ministro de Ambiente de la Nación, Juan Cabandié, que finalmente no pudo asistir. Lograron sentar en un debate a un ministro a fuerza de militancia. Los partidos políticos, mientras tanto, más preocupados por la reforma judicial, el manejo de la pandemia, que son importantes, pero una vez más vemos como las agendas propias de mucha gente y la de los políticos caminan por senderos distintos.

Habrá que esperar para ver a qué acuerdo se llega con China, donde se pasó de una cifra de cien millones de cerdos informada por Biogénesis Bagó, a ocho o nueve millones y recientemente la Cancillería informó de 900 mil cerdos. Evidentemente la discusión no está saldada pero los funcionarios deberían saber que se los está observando y su deber es el de informar a la ciudadanía.

Se nota que la gente no aceptará dócilmente cualquier paquete por más desarrollo que ofrezca o mejor justicia que proponga. Ayer, sábado 1 de agosto, hubo otro cacerolazo en varias partes del país contra la reforma judicial presentada esta semana por el Presidente Alberto Fernández.

La reforma judicial puede haber sido presentada con las mejores intenciones y se tendrá que debatir pero lo que el Presidente no puede desconocer son los 12 años anteriores en los que el kirchnerismo fue gobierno y la justicia federal funcionó mal. Está el hecho positivo de la renovación de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, pero a partir de ahí no fueron buenas noticias.

Al Presidente se lo va a a prejuzgar por los doce años de kirchnerismo, tiene un pasado de gestión detrás suyo que no puede desconocer. Por eso debe cuidar cada palabra que usa y acto que realiza porque puede ser usado en su contra. En el discurso del anuncio de la reforma judicial parecía que los doce años de kirchnerismo habían sido la panacea en términos judiciales y vino Macri y convirtió a Comodoro Py en una agencia del PRO. Eso no es cierto y sólo hay que ir a los archivos para darse cuenta que no es así.

En territorio bonaerense, quizá la novedad más saliente es que el ejecutivo provincial no pudo aprobar el endeudamiento que tiene previsto porque en la Cámara de Diputados provincial Juntos por el Cambio le bajó el pulgar. Falta negociación. Si algo ha demostrado Kicillof desde que asumió es que no le gusta ceder, en realidad a nadie le gusta, pero la cuestión es que quiere seguir imponiendo sus proyectos y pareciera no darse cuenta que por lo menos hasta las elecciones del año que viene no tiene los números para hacerlo en Diputados ni tampoco en el Senado.

Mientras la política discute el endeudamiento, la agenda ciudadana reclama respuestas económicas, varios pacientes oncológicos no reciben sus medicamentos por parte de la provincia, se reclama la aparición con vida de Facundo Astudillo Castro.

La gestión bonaerense de Kicillof viene mostrando buen ritmo en el área de infraestructura, no sólo con obras sanitarias sino viales e hídricas. También el Ministerio de Salud viene haciendo un buen trabajo. El resto no parecería tener el mismo ritmo o la misma respuesta a la coyuntura. Y tampoco se vislumbra un proyecto político y económico. De todas formas habrá que esperar a que pase la pandemia.

Lo que sí debería pasar es que los caminos de la política y la gente no sigan yendo por caminos separados. Un tema donde los caminos se chocan, porque tampoco es que la política pareciera tener un plan, es en el de la seguridad, que la clase dirigente aborda cuando la ciudadanía le demuestra con su hartazgo que haga algo. Pero mandan más policías y listo, por un tiempo pareciera que la cosa se calma pero no es así. Hace falta un plan y hace falta que la política vuelva a escuchar a la ciudadanía.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.