Teatristas trabajan en un proyecto de habilitación general para espacios culturales de la provincia

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Foto: La Mercería Teatro

Por Federico García

Domingo 23 de Mayo de 2021 – El teatro Viejo Almacén El Obrero de la ciudad de La Plata, ubicado en 71 y 13, cumple 25 años, y La Mercería Teatro, ubicada en Av.1 e/36 y 37 de la misma ciudad, cumple tres años. Ambos atraviesan este momento de restricciones por la pandemia debido al COVID-19 con organización y esfuerzo cotidiano para poder seguir manteniendo los espacios y, en el momento que se puedan abrir las salas teatrales, puedan seguir existiendo.

La provincia de Buenos Aires tiene un sólo gobernador y un solo ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica, área que se encarga del turismo y la cultura, pero también tiene 135 intendentes y, por lo tanto, 135 realidades y visiones diferentes de qué medidas tomar con respecto al arte y la cultura en este momento de pandemia y por fuera de ella.

Cabe destacar que el gobierno bonaerense puso en marcha un Catálogo Turístico y Cultural para que instituciones turísticas y culturales de toda la provincia de Buenos Aires puedan inscribirse en y recibir la Asistencia a los Sectores Afectados por la Pandemia (ASAP). Hasta el momento se pagaron dos y el gobierno provincial anunció un tercero. Si bien el ASAP lo paga provincia, los encargados de implementarlos son los municipios según sus propios criterios.

Al respecto, Martin Mendivil (La Mercería Teatro) y Adriana Sosa (Viejo Almacén El Obrero) se refieren al momento que atraviesan, las ayudas recibidas desde el gobierno nacional, provincial y municipal, y las medidas que están esperando.

-¿Cómo están sobrellevando este segundo año de pandemia en sus espacios?

Adriana Sosa: Nuestra realidad es que somos bastante privilegiados en nuestra situación porque tuvimos la posibilidad hace unos años, y de acuerdo a las políticas públicas que tuvo el gobierno de Cristina Fernández, de adquirir, a través del Instituto Nacional del Teatro (INT), la propiedad del lugar y no pagamos alquiler. Eso nos permite una tranquilidad de que no va a terminarse cerrando el espacio, lo cual en este momento es una diferencia enorme con otros compañeros que están peleando día a día para pagarlo.

Creo que hay capas de vulnerabilidad en los espacios que estamos administrando. En este momento, nosotros no tenemos ningún ingreso porque habían empezado los talleres en marzo de este año y tuvimos que cerrar por las nuevas restricciones. Estamos de acuerdo en que lo prioritario es la salud de la gente pero nos pone en una situación de vulnerabilidad seria porque los servicios hay que pagarlos.

El Viejo Almacén El Obrero

Hay otras capas de vulnerabilidad mucho mayores con la gente que ha tenido que rescindir contratos de alquiler porque no los podian pagar. Hemos tenido ayuda a nivel nacional pero es muy distinta la situación a nivel provincial, donde ha sido escasa la ayuda, y a nivel municipal, donde ha sido nula. Lamentablemente con el municipio no hay diálogo. Ni hablar de la gente que tiene su economía doméstica vinculada a la gestión de espacios o al dictados de cursos, que está pasando por situaciones gravísimas.

El ministro Costa (de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica) cuando dice que hay que formalizar al sector cultural, también tiene que tener la sensibilidad de saber que el sector está pasando por niveles de necesidades muy grandes, y antes que pensar en la formalización del sector por ahí hay que pensar en la subsistencia del sector.

En lo personal, estamos adecuando la sala, a través de subsidios que recibimos del Instituto Nacional del Teatro, para que pueda funcionar de acuerdo a los protocolos y ver si, en época de primavera, podemos hacer algún tipo de funciones. No hemos perdido la esperanza de poder festejar nuestros 25 años en algún momento del año.

Martin Mendivil: En nuestro caso estamos en un proceso de consolidación y esta pandemia nos agarra en medio de eso, aunque fue más corto de lo que esperábamos porque La Mercería logró instalarse como un lugar donde pasaban muchas cosas, con una programación variada de compañías platenses y no platenses.

Fuente: La Mercería Teatro

Esa pequeña ventana de poder llevar adelante actividades que se dio a partir de noviembre hasta principios de marzo, a nosotros no nos dio mucho margen porque estamos en una ciudad donde esos meses implican una temporada baja, donde la actividad teatral tiene menos desarrollo, y cuando quisimos poner el motor en marcha automáticamente nos obligaron a apagarlo.

No sólo implica poner la llave y abrir la puerta volver a abrir sino que implica muchas cosas, entre ellas poner el lugar a punto con los protocolos COVID-19 que tienen una tónica de poner en marcha algo nuevo. Y no llegamos a practicar mucho de eso, particularmente me tocó estar en la sala seis días y se cerró todo.

Nosotros lo que evaluamos es que, sea cual sea la situación sanitaria, por lo menos hasta fines de agosto o principios de septiembre tenemos decidido no abrir el espacio porque sentimos que estamos expuestos a un montón de cosas que no nos queremos exponer. También nos sentimos bastante afortunados porque pagamos un alquiler pero es bajo y el propietario de la casa ha sido muy considerado con nosotros, que no es el caso de muchos espacios, y nos mantiene el descuento del 25% en el contrato.

Con respecto a la gestión pienso lo mismo que Adriana, con quien venimos trabajando en conjunto porque compartimos la Red de Salas Teatrales Independientes de la provincia de Buenos Aires donde somos más de 135 salas de más de 60 ciudades del territorio bonaerense.

El gobierno nacional está teniendo una muy buena respuesta, no sólo con recursos financieros sino pensando en función de politica pública, para nosotros es muy importante tener un ida y vuelta con el funcionario. En provincia eso cuesta bastante más, no observamos esas ganas de intercambiar, no construyen desde el mismo lugar y en el municipio de La Plata el diálogo es mala palabra, lo tienen clausurado.

-¿Creen que ahí hubo un error del gobierno provincial de no distribuir la plata de los ASAP directamente?

Adriana Sosa: Desde la Red de Salas Teatrales Independientes de la provincia de Buenos Aires, advertimos en varias oportunidades que el ASAP iba a ser conflictivo con algunos municipios y La Plata es un caso paradigmático porque pagó una sóla cuota desde octubre del año pasado e incribió a diez espacios propios.

Después que ésto sucediera pedimos que, por lo menos en el sector de la cultura, sea canalizado a través del Consejo Provincial de Teatro Independiente (CPTI), donde están los consejeros que fueron avalados por los propios teatristas. No sabemos que va a pasar pero se lo planteamos especificamente al ministro Augusto Costa.

Martin Mendivil: Esto que dice Adriana no es una ocurrencia, en provincia tenemos una ley de fomento y protección al teatro independiente, que es la 14.037. Es decir que la provincia tiene un instrumento directo para el sector, por lo menos para el sector teatral independiente que, cuando surgen estos fondos especiales, lo desconoce y no lo utiliza porque en realidad el CPTI es quien contiene a la actividad.

No sólo el ASAP se manejó mal de provincia sino que después hay que ver 135 versiones de como se manejó. Municipios que en algunos casos no les importa para nada el arte y la cultura en términos generales, otros tocan de oído y muy poquitos lo terminan de entender.

Para poner un ejemplo, en algunos municipios en vez de dar el efectivo del ASAP dieron diez bidones de alcohol en gel, una bolsa con cien barbijos y otra con guantes de látex.

Hay que destacar que, cuando se deposita el dinero de provincia, todas las ciudades lo reciben el dinero exactamente el mismo día. Es decir que la ciudad de La Plata tuvo el dinero el mismo día que se le depositó a Chascomús, que pagó en junio pasado mientras que La Plata pagó en febrero de este año, Chascomús pagó en abril el segundo, La Plata no lo pagó. En el medio claramente hay un juego financiero con el dinero, no queda otra lectura.

-Esto que planteás Adriana de que el municipio anotó a diez instituciones municipales para recibir el dinero, ¿cómo les parece?

Adriana Sosa: Es legal y no es ético sería el resúmen. Así como el municipio de La Plata inscribió instituciones propias (Ediciones de La Comuna, al Pasaje Dardo Rocha, al Palacio López Merino, al Cine Select, entre otras), por la provincia está el Museo del Servicio Penitenciario Bonaerense o el de la Policía, que son organismos provinciales que están anotándose a un fondo provincial.

Es legal porque se podían anotar hasta el 25% de instituciones públicas. También anotaron al Museo de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional de La Plata, en el área de museos hay un montón de casos como el Museo Provincial de Bellas Artes.

Martin Mendivil: El plan se llama “Asistencia para los Sectores Afectados por la Pandemia”. Obvio que todos los sectores están afectados por la pandemia pero se trata de que el Estado ayude a los sectores que claramente están afectados y que no pueden producir. El Museo de Veterinaria tiene un presupuesto propio estatal para subsistir, ¿es necesario que el Museo de Veterinaria tenga una asistencia de 40 mil, 50 mil pesos?

Cuando el Estado financia el Estado lo que estás haciendo es reducir la posibilidad de ayudar un poquito más a los que no tienen ningún tipo de financiamiento, que son los independientes. Estamos hablando de $50 mil en la ciudad de La Plata, hubo ciudades donde fue $80 mil, $100 mil, $ 30 mil o diez baldes de alcohol en gel. Eso quedaba a discreción de los municipios, no estaba establecido equitativamente desde la provincia de Buenos Aires.

-¿Cómo están manejándose ahora con los costos? ¿están haciendo talleres o funciones virtuales?

Martin Mendivil: El año pasado hicimos un cliclo virtual con cuatro obras que se estrenaban en vivo por Zoom. En principio, sirvió para estar activos y, en segundo lugar, para generarles laburo a los compañeros porque lo que dijo Adriana es real. Yo soy actor y vivo de esto. Económicamente el año pasado si sirvió, nosotros pagamos varias cosas que debíamos con el ciclo virtual.

El año pasado largamos once talleres virtuales, de los cuales funcionaron ocho. Este año largamos dos, de los cuales está funcionando uno y medio. Bajó la necesidad de la gente o se cansó de la virtualidad, porque hoy todo pasa por lo virtual y en algún momento la gente se agota de eso.

Adriana Sosa: En nuestro caso no hicimos talleres o funciones virtuales así que no tenemos experiencia en ese sentido. No teníamos infraestructura en ese momento y decidimos no invertir porque teníamos otras prioridades para resolver. Lo que nosotros planteamos también es que hay que pensar en la pospandemia porque se habla mucho de que el teatro es contagioso, una construcción simbólica de que en los lugares cerrados te contagiás.

No voy a discutir con un epidemiólogo, por supuesto considero que tienen razón de que el riesgo es mucho más alto pero también tiene que ver con la actividad que desarrollás en el lugar cerrado porque si estás con barbijo, quieto, sin hablar con nadie porque estás mirando un espectáculo, te levantás y te vás, y además te limpiás las manos y los pies, es más seguro.

Como se ha difundido tanto esta cuestión de que el lugar cerrado es contagioso per se, estamos planteando a nivel nacional una campaña de vuelta al teatro porque nos va a costar muchísimo hacer que la gente vuelva a las funciones.

Fuente: Viejo Almacén El Obrero

Desde el verano que se dijo que iba a haber temporada en Mar del Plata pero no cine ni teatro. Quedó en la gente esta imágen de que en el teatro te podés contagiar y creo que también te podes contagiar en una verdulería, en la calle, en cualquier parte. Creo que el Estado va a tener que acompañar, así como se hizo un andamiaje publicitario para fomentar el turismo que haya una campaña para la vuelta al teatro.

-¿Y cómo pagan los costos de los espacios?

Adriana Sosa: El Instituto Nacional del Teatro ha dado subsidios para mantener la actividad y en nación hubo un fondo específico (Desarrollar) que era para pagar servicios, donde hay algunas idas y vueltas al momento de las rendiciones pero más allá de eso sí fue un alivio para muchas salas que pudimos pagar nuestras deudas.

Creo que el Instituto Nacional del Teatro estuvo a la altura de las circunstancias, escuchó, se reunió cada vez que tenia que reunirse, tuvo la empatía con la situación que estaba pasando, abrió sus puertas a nuevas salas que no tenian todos los papeles en regla. Creo que ha tenido una actitud empática.

Martin Mendivil: Nuestro caso es muy similar al del Viejo Almacén, pudimos acceder al Desarrollar, tuvimos un subsidio del Instituto Nacional del Teatro. Distinto es el caso de otros compañeros y compañeras que también tienen una sala de teatro pero no llegaron a organizarse. Esto de la informalidad que dice Costa se lo dijimos en la primer reunión que tuvimos con él el año pasado cuando todavía no tenían el diagnóstico y nosotros sí.

Lo que pasa es que hay muchos espacios que no tienen habilitación o asociación civil, o un montón de otras cosas que son condiciones para poder aplicar, y muchos compañeros quedan afuera de muchas líneas más allá de que esas líneas se hicieron más laxas. Desde este lado, lo que nos permite ese dinero es resistir, olvidate del equipo de gestión, de un ingreso para un compañero. Estamos en la dulce espera para que se ponga nuevamente el motor en marcha.

Quiero recalcar que a nivel municipal la cosa está muy compleja, no sólo porque tenemos un ejecutivo que no le importa para nada el sector sino porque a nivel del Concejo Deliberante, el otro lugar al que podemos acudir, el oficialismo local tienen mayoría. El año pasado presentamos un proyecto para que se declare la emergencia cultural en la ciudad de La Plata y ni siquiera lo trataron. Al tener la mayoría en el Concejo Deliberante, directamente “cajonean” los proyectos, no sólo en el caso de la cultura sino que hay otros sectores donde pasa lo mismo.

Adriana Sosa: Con respecto a esto, una de las tasas más altas que pagamos las salas teatrales es la de Publicidad y Propaganda. En el caso de nuestro Centro Cultural son $7.500 por mes y es un cartel pequeño. La gestión de Cultura municipal, en una reunión de la que participé hace un año, señaló que había un proyecto para condonar esas Tasas por la pandemia pero a nosotros nos están intimando por lo que debemos el año pasado, entonces tengo que concluir que nos mintieron en la cara o el funcionario quiso quedar bien en la reunión o no se aprobó en el legislativo.

Hay otro tema que quisiera mencionar y es que muchas salas de la provincia de Buenos Aires tienen dificultades para acceder a las líneas de subsidios porque tienen que habilitarse como comercio ya que en su localidad no existe la figura del centro cultural.

Desde la Red que reúne a las salas de toda la provincia estamos trabajando en un proyecto de legislación que propone un sistema de habilitación general para espacios culturales de toda la provincia. Una vez aprobada, cada municipio debería adherir.

El proyecto es para que los espacios culturales se puedan registrar como lo que son porque ese es un requisito que te pide el Instituto Nacional del Teatro para darte subsidios. Esta vez, por la pandemia, accedieron a abrir las puertas pero sólo por ésta situación. Sabemos que el proyecto tuvo el visto bueno del ejecutivo provincial. Los espacios lo necesitan para poder acceder a los subsidios que les van a permitir mantener las puertas abiertas.

Martin Mendivil: Va de la mano del planteo del ministro sobre la informalidad del sector. Tenés un 60 % de los municipios que no tienen una legislación propicia para que se habiliten porque no existe esa posibilidad.

Después hay que ver que pasa con las personas físicas porque existe el monotributo pero nosotros no trabajamos todos los meses ni todos los días ni tenemos un ingreso regular, entonces hay que pensar un monotributo que se adecúe a la situación.

En la actualidad tenes un monton de compañeros que no tienen la forma de facturar porque el mínimo cuesta $2.500 por mes y en el momento que están trabajando tampoco trabajás con continuidad.

Hay muchas falencias y el proyecto de la ley marco tiene el “ok” del ejecutivo,ya pasó por la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados provincial, después tiene que pasar por la Comisión Legislativa, luego se pretende la media sanción y el cierre con la sanción definitiva en senadores, para que la provincia tenga su herramienta y los municipios puedan adherir a la ley como está o tomarla como referencia y ajustarle articulos pero que toda ciudad de la provincia tenga una ordenanza para el sector.

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