Leandro Romero, de Galeria Club Cösmiko: «Lo que nos une es la lucha por la emergencia cultural»

0

Por Federico García

Lunes 17 de Mayo de 2021 – En la esquina de 10 y 71, en la ciudad de La Plata, hay una peluquería. Pero no es una peluquería tradicional sino que también es un espacio cultural y galería de arte. Tampoco es una galería de arte tradicional, al momento de proyectar una muestra de arte invitan al artista a intervenir todo el ambiente de la Galería Club Cösmiko.

No hay cartel en la entrada que indique el nombre del espacio y uno de sus integrantes reconoce que es una asignatura pendiente. Tampoco lo necesitan demasiado. Cualquiera que pase por esa esquina sabrá que no es una casa común, que ahí se vibra arte.

“En Cösmiko funciona una peluquería que se llama “Corte salvaje”, donde generamos un contenido que es un recital más cambio de look del artista y eso lo vamos a subir en alguna página próximamente”, relató Leandro Romero, uno de sus integrantes.

Leandro Ariel Romero, uno de los fundadores del espacio, es un gestor cultural que también estudió teatro en la Escuela de Teatro de La Plata, a quien le gusta la ilustración y la pintura, y además suele hacer algo de peluquería.

“Toda mi vida me dediqué a la ilustración, a los murales, más que nada de gestor. Esto de no tener abierto por la cuarentena, afloró la cuestión de que yo empiece a pintar más”, remarcó Romero en diálogo con Red Baires.

De hecho, un amigo que hace poesía lo invitó a Romero a realizar la ilustración de su libro y lo presentaron el jueves pasado para una beca del Fondo Nacional de las Artes. “Multifacético en lo artístico”, así de define Leandro Romero.

Con la cuarentena del año pasado decretada por el gobierno nacional a raiz de la pandemia de COVID-19, desde Cösmiko tuvieron que cerrar sus puertas. En pleno aislamiento, cuando sus integrantes no podían asistir al lugar, un grupo de delincuentes les rompieron la reja y entraron al lugar, “más que a robar, a revolver”, señaló Romero.

A causa de la rotura de la reja, tuvieron que arreglarla y pusieron su CBU a disposición para el quisiera ayudar. “Por suerte, el público de Cösmiko responde cuando necesitamos algo”, enfatizó Romero.

-¿Desde el espacio están llevando adelante actividades virtuales en este momento?

Por ahora lo que nos sostiene como espacio cultural son las transmisiones en vivo, tenemos planeado hacer recitales por streaming pero, por el momento, no lo estamos haciendo. Estamos generando contenido.

-¿Cómo sería el recital de un artista más su cambio de look?

Se le hace una entrevista al artista mientras se le está cambiando el look y después canta unas canciones. Ya tenemos grabado uno con Nina Suárez Bléfari, que es la hija de Rosario Bléfari, y después con Ibiza Pareo, una banda que son de ciudad de Buenos Aires pero se vinieron a vivir a Villa Elisa, y otro con Violeta Castillo.

-¿El año pasado también hicieron transmisiones virtuales?

El año pasado cumplíamos diez años y queriamos celebrarlo, teníamos planeado hacer un festival callejero pero con la pandemia no se pudo hacer. Hacíamos transmisiones todos los miércoles por Facebook y después no pudimos seguir sosteniéndolo por problemas técnicos. La idea es seguir y tener una página donde todo lo que no se pueda hacer presencial lo pongamos de forma virtual.

-En la pre pandemia, ¿qué actividades realizaban?

Principalmente, el espacio tiene el perfil de galeria de arte y hacíamos muestras. Teníamos el auspicio de Miksa, una fábrica de pintura de La Plata, e invitábamos al artista para que intervenga toda la sala. No era solamente colgar un cuadro sino pintar todo, de hecho lo que está pintado ahora es de una chica de Quilmes que se llama Flavia Paravisi.

Lo que hacíamos eran inauguraciones, cierre de muestras. Durante la muestra, siempre había un artista que tenía que ver con ese estilo o por ahí el artista proponía algún colega y lo invitábamos para que pase música o realice alguna movida literaria. Y, a la par, siempre la peluquería, que funciona todos los días.

Lo llamamos Galeria Club Cösmiko porque el club une un montón de actividades, también somos centro cultural pero nos identifican esas dos palabras.

-Como espacio cultural, ¿han recibido subsidios durante el año pasado?

Si, quedamos para el Desarrollar (programa del Ministerio de Cultura de la Nación) a la tercera vez que nos presentamos. También hemos recibido el ASAP (asistencia a los sectores afectados por la pandemia), un programa del gobierno provincial que los municipios reparten en cada distrito. Se trata de un subsidio de $50.000.

En La Plata recién cobramos el primero cuando en Necochea, donde tenemos gente conocida, ya cobraron el segundo, y en Chascomús están tramitando el tercero.

-¿Les dieron alguna explicación?

No, todavía no. Se que hubo una reunión de concejales del Frente de Todos para abrir un registro de trabajadores de la cultura para empezar a dialogar y poder tener estas ayudas que son urgentes.

-Desde el espacio, son parte de la Red Multicultural

Si, de la Red Multicultural, de otra coordinadora que se llama CONPA, que pertenece a la Red Multicultural, y también somos parte de Junta Red, que es de galerías. Todo eso fue producto de la pandemia, donde no pudimos hacer presencialidad y empezamos a unir fuerzas vía Zoom, participar de las reuniones entre espacios y hacer un sólo reclamo, y no que cada uno vaya por su lado.

-¿En qué los ayudó estar organizados? Sé que tuvieron reuniones con el secretario de Cultura y Educación Martiniano Ferrer Picado, ¿lograron algo?

Los jueves hay una reunión cultural pero está difícil el diálogo, lo que ayudó mucho es esta organización de redes y enterarse de cuales son las problemáticas de cada uno y cada espacio, que son principalmente económicas.

Conocimos a la gente de ACIADIP (Asociación de Coreógrafos, Intérpretes y Afines Danza Independiente Platense), que están con su lucha para conseguir que se aprueben leyes, pero ahora lo que nos une es la lucha por la emergencia cultural, que sería algo importante como ayuda para los espacios, donde hay gente buscándole la vuelta haciendo deliverys. En nuestro caso estamos viendo de hacer lo mismo, tratando de tapar agujeros del barco.

-¿Qué es lo que buscan con la sanción de la emergencia cultural?

Primero, que se reconozca nuestra realidad y después una mesa de diálogo para buscarle la vuelta de como puede llegar a ayudarse desde lo municipal, provincial o nacional. Puede ser con ayuda de alimentos o monetaria.

-En tu caso, ¿vivis de esto?

Si, por suerte no alquilo porque estoy en la casa de mi familia pero se siente la diferencia. Por eso lo positivo de esta unión de espacios culturales, de galerías, de diferentes organizaciones que se están uniendo para tirar todos para un mismo lado y pedir en conjunto algo en concreto, y no pedir por separado y que el diálogo sea entre poca gente.

-¿Sentis que están mejor que el año pasado pese a la segunda ola de casos de COVID-19 por la organización y una cierta perspectiva de salida?

Los espacios estamos golpeados del año pasado y este año se creó un caparazón de esperar los problemas que se pueden presentar como son las cuestiones económicas, pero veo que los espacios se están reinventando y generando streamings.

Siento que están en ebullición esas cuestiones, como que está cambiando el plano de la prencialidad a la virtualidad, que la gente pueda estar aportando y ayudando desde su casa hasta que se pueda abrir. Lo positivo es que no se frena lo artístico, de hecho se le está dando más trabajo a editores y técnicos que ahora son esenciales a la hora de transmitir.

Sus comienzos y la definición del espacio

“Con los años se fue dando el perfil LGBT+, de hecho yo soy gay, mi novio es gay, la peluquera es lesbiana, se fue gestando ese perfil, se fueron dando talleres, ahora tenemos el Plan Fines que está orientado a la comunidad y a las chichas trans. Se nota la alegría que tienen por ir a la escuela, de hacer los deberes por Whatsapp”, señaló Romero sobre la identidad del lugar.

Con respecto a los inicios de Cösmiko, Romero manifestó que “nosotros comenzamos abriendo una galería en la Estación Circunvalación, otro espacio cultural que queda en 12 y 72, que estaba abandonada y la mejoramos. Ahí hacíamos muestras, se llamaba “Galería de la calle”, estaba abierta a la tarde y la gente que pasaba por ahí podía ver la muestra del artista, con la lógica de no sólo colgar cuadros sino pintar todo el espacio, en ese caso nos estuvo ayudando la pinturería Prixma».

“Después del primer lugar, vimos uno que se alquilaba cerca de El Expreso de 11 y 72, una casa que estaba re barata y destruida, le fuimos poniendo onda y ahí nació el primer Cösmiko. Después nos mudamos a donde estamos hoy, en 10 y 71, donde también alquilamos”, finalizó Romero.

-¿Como hicieron para pagar el alquiler durante la cuarentena?

Salió el subsidio del Desarrollar pero es estar tapar agujeros del barco para que no se hunda. Por suerte tenemos buena onda con la dueña y nos aguanta.

-Hay una ordenanza sobre regulación de los centros culturales que se aprobó en el año 2015, ¿cómo ven su funcionamiento?

Es lo que nos protege porque nosotros todavía no tenemos la habilitación definitiva sino que tenemos la provisoria, necesitas dinero para poder presentar los papeles y tener la habilitación definitiva, y es complicado. Pero se sigue en la lucha y está bueno que no se toque la ordenanza.

-A largo plazo, ¿qué medidas crees que se deberían tomar para el sector cultural de pequeños y medianos espacios en la ciudad?

El año pasado estábamos con la cuestión de que no había bolsones de comida ni tampoco levantaban el teléfono (por parte del municipio) para ver la situación de los espacios culturales en la ciudad, y el área de Cultura abrió el autocine en la República de los Niños. Ahí te das cuenta los contrastes con los lugares que están cerrando, por más que es otra cosa y está bárbaro la idea del autocine pero justo en este momento es complicado.

Debemos seguir con el diálogo y que los concejales puedan ponerse de acuerdo, es importante este registro de espacios culturales y trabajadores que presentó la concejal del Frente de Todos Ana Castagneto porque le va a dar otra dinámica.

Hay un circuito cultural en la ciudad de La Plata, existe, alguien viene a la ciudad y empieza a descubrir, una lástima ahora que están los lugares cerrados y tenés que andar buscando por la web. Está bueno lo del registro para saber también que tan precarizado está el sector artístico, porque hay gente que no come.

-Con el tema de los protocolos, ¿recibieron alguna ayuda?

Por eso es importante recibir el próximo ASAP porque con el primero pudimos resolver algunas cuestiones pero necesitamos recibir el segundo y el tercero. De hecho, está el protocolo para abrir el espacio pero vamos comprando lo que podemos, el termómetro estaba más de dos mil pesos y ahora habrá aumentado.

-¿Crees que, cuando pasa la pandemia, lo virtual va a seguir?

Creo que sí, va a ser doble trabajo. Atender lo presencial y lo virtual, como les está pasando a profesores. He hablado con chicos que dan clases cuando estaba abierto y les pasaba que tenían gente de forma presencial y de forma virtual. Es una nueva época y hay que buscarle la vuelta.

-Con el tema de la monetización dentro de lo virtual, ¿pudieron sacarle algún rédito?

Estamos esperando para poder sacar una página propia porque a la vez se abrió otra puerta de que viene a tocar un DJ al espacio o se hace un streaming, lo pasas por You Tube y te lo restringen por derechos de autor. Hay que buscarle la vuelta a ser independiente dentro de la red. También está pendiente una subasta de obras de arte que han donado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.