Juan Luis Uccelli: «En vez de los cien millones de cerdos que dice el petitorio estamos hablando de 8 o 9 millones»

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Por Federico García

Martes 28 de Julio de 2020 – China es el principal productor de cerdos del mundo y también el principal consumidor. En la economía argentina, la industria porcina representa el 0,38 % del PBI (Producto Bruto Interno), y según datos del año pasado estábamos en un consumo entre 114 y 115 kilos de carne, de los cuales el cerdo representaba el 19 %.

A finales del 2018, China tuvo un problema con la peste porcina africana que bajó entre el 30 y el 40 % la cantidad de carne en el mercado local chino. Tuvo que salir a comprar carne en el exterior, recalentó el mercado en 2019 y viendo que no iba a poder solucionar el tema decide en los primeros días de este año autorizar a los empresarios chinos del sector porcino a invertir en otros lugares para producir cerdos.

En este marco, recientemente se dio a conocer un posible acuerdo entre la República Argentina y la República Popular China para la exportación de cerdos a dicho país. A raíz de esto, desde ciertos sectores rechazaron esta idea y elaboraron un documento que, entre otras cosas, señalaba que “en los criaderos industriales, los animales son sometidos a aplicaciones de una cantidad de antibióticos y antivirales para prevenir las enfermedades y engordarlos rápidamente. Por ende, estos centros industriales se convierten en un caldo de cultivo de virus y bacterias resistentes».

El Gobierno argentino dio sus primeras pistas sobre el tema en cuanto a las negociaciones con China, cuando el 6 de julio el canciller Felipe Solá mantuvo una reunión virtual con el ministro de Comercio chino, Zhong Shan, donde se abordó el tema.

Para conocer la mirada de la industria porcina hablamos con Juan Luis Uccelli, consultor de dicha industria y ex presidente de la Asociación Argentina Productores de Porcinos (AAPP).

-¿Cómo se encuentra la industria porcina en estos momentos?

El sector porcino tuvo un inicio bueno hasta marzo. Después empezó la cuarentena que comenzó a complicar un poco al sector, fundamentalmente por la sumatoria de días feriados de faena que provocó una disminución de animales faenados. Esto trajo como consecuencia un aumento de la cantidad de animales en las granjas y en segundo lugar una baja en el precio que se le pagaba a los productores que llegó hasta junio, donde hubo un récord de faena que normalizó el tema del exceso de cerdos que había en la granja y del sobrepeso, porque animales que normalmente se comercializan con 110 kilos terminaron faenados con 120, 125 kilos.

En junio tuvimos un récord de cabezas faenadas y un récord de kilos faenados, y ahora en julio se está reacomodando el precio que se le paga al consumidor teniendo en cuenta que aumentó un 2 % y el precio de marzo a julio al productor bajó casi un 20 %. Entonces hay una recuperación del precio del productor que va a ser beneficiosa y que en agosto se va a seguir manteniendo.

-En este contexto surge el posible acuerdo con China, ¿qué opinión le merece?

Resalto lo de posible porque no hay nada concreto todavía, se está hablando. China empieza a hablar con Argentina a fines del año pasado. Hay una idea de hacer unidades productivas de entre 12 y 15 mil madres cada una, no en un sólo lugar sino en una región y con la producción de las madres, el alimento balanceado, los engordes, la planta de faena, el desposte y el preparado exclusivamente para congelar y enviar todo a China. Este proyecto está enmarcado en ese acuerdo.

Argentina tiene una capacidad de aumentar a 60 mil madres por año y es el límite que tiene. Razón por la cual nosotros creemos que los próximos cinco, seis años, de darse este acuerdo, habría unas 250, 300 mil madres más. Eso equipara a 900 mil toneladas anuales en ese momento, quiere decir que vamos a duplicar la cantidad de toneladas producidas en el 2026.

Nosotros consumimos actualmente el 3 % del maíz y el 1 % de la soja, y pasaríamos a consumir el 6 % del maíz y el 2 % de la soja. Los cerdos de este proyecto van a ser argentinos, no van a ser traídos de China. Argentina tiene uno de los mejores estatus sanitarios del mundo y una de las cosas que pretende el sector es defenderlo, seguir teniendo ese buen estatus de sanidad animal porcina, refrendado por el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria), y otra de las cosas que pretende es que estas negociaciones no perjudiquen en nada a la producción normal que hay en la Argentina, que quiere seguir creciendo porque creemos que podemos aumentar hasta 30 % por habitante el consumo de carne de cerdo.

Estamos poniendo algunas condiciones a este proyecto, entre ellas la necesidad de actualizar el lazareto donde van a entrar animales reproductores de crías puras para mejorar la genética para 300 mil madres de éste proyecto; nosotros solamente tenemos que entrar por año 3 mil animales, en este momento dos posibles mercados son Brasil y Canadá, a los que se les harían todos los análisis y una vez que dan negativo de enfermedades los liberaríamos.

La otra condición es que en todos éstos núcleos que se formen de unidades regionales tengan una cámara de frío equivalente a la producción de cuatro meses, ¿por qué esto? Porque puede suceder que en China tengan un problema como pasó este año con el Covid-19, que cerraron casi 45 días los puertos, no se puedan mandar allá y que esa mercadería se vuelque al mercado local, entonces eso sería un desastre para la producción local. Y algunas condiciones más como que si va a haber beneficios para las inversiones chinas que también los tengan los productores argentinos.

-Entre las críticas se encuentran las posibles enfermedades que podría traer el acuerdo, ¿qué opina al respecto?

Primero, si yo te digo en el momento que estamos en el medio de la pandemia que vamos a traer cerdos de China, que eso va a generar una pandemia nueva traída de China y que eso va a generar problemas de medioambiente y deforestación, uno firmaría un petitorio.

Ahora, cuando yo te cambio esas condiciones, y en vez de los cien millones de cerdos que dice el petitorio estamos hablando de 8 o 9 millones, cuando digo que los cerdos no van a venir de China sino que los cerdos son nacionales, que lo único que va a venir es la pirámide genética de punta que son tres mil animales por año, y que no vamos a deforestar nada porque el consumo de maíz que vamos a tener excede la producción argentina, consumimos el tres y vamos a consumir el 6 % de maíz, es decir que sobra el maíz que estamos haciendo. Y aparte de eso somos responsables con los antibióticos.

Hoy un criadero de cerdos para instalarse tiene que hacer todo un estudio de las pancreáticas, de la disponibilidad de agua que hay y también tiene que hacer un plan de qué va a hacer con los residuos, con el estiércol, que puede tener dos opciones, una es que se sean volcados como fertilizantes y la otra es poner centros de biogás para producir energía eléctrica y ofrecerla a los pueblos de la zona y el resultante de eso seguir con la fertilización.

-¿Ustedes forman parte de las negociaciones?

En este momento hay una negociación entre la Argentina y China, somos varios los que estamos colaborando en el análisis de esto, fundamentalmente para preservar la producción porcina argentina y para garantizar que la inversión no dificulte en nada el progreso que está llevando adelante el sector.

-¿Las granjas se instalarían en lugares alejados a las ciudades?

Eso es así en la actualidad. Si querés poner un criadero en la Argentina tenés que tener un permiso municipal, después un permiso provincial y después uno nacional. Cuando armo un criadero de cerdos tengo que tener ciertas condiciones que me exigen los organismos municipales, provinciales y nacionales. No puedo ponerlo en cualquier lado, tiene que ser en zona rural, tienen que estar las condiciones para establecer qué voy a hacer con el estiércol y otras más para que me habiliten a poner un criadero.

-¿Cuál sería el beneficio económico para el país de este acuerdo?

Primero que no vamos a tener una lluvia de inversiones, razón por la cual acá lo que va a haber es dónde encontramos capitales para invertir en la Argentina. Dentro del sector porcino nosotros creemos que es una ventaja porque estamos generando valor agregado.

Al maíz y la soja la estamos mandando así como cereal afuera, que vale el maíz 150, 170 dólares, la soja 210, 230 dólares, y en vez de exportar una tonelada de eso vamos a exportar una tonelada de carne de cerdo que está entre 2300 y 2700 dólares la tonelada. Hay un beneficio de producir algo de más valor para ingresar dólares a la Argentina, que creo que no hay ninguna duda que es lo que necesitamos.

La otra es hacer lo que los argentinos sabemos hacer, que es alimento. Y lo que se está pensando es que los centros de producción regional sean sociedades argentino-chinas, que haya una asociación entre empresarios argentinos y empresarios chinos.

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