Brigadas Sanitarias «Ramona Medina»: La Facultad en el territorio

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Prensa Facultad de Ciencias Exactas

Por Federico García

Viernes 10 de Julio de 2020 – Desde el comienzo de la emergencia sanitaria, a partir de la pandemia del Coronavirus, la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) ha puesto a disposición sus equipos y sus saberes por intermedio de los docentes, estudiantes y no docentes que forman parte de la institución. Para llevar adelante el trabajo en el territorio organizaron brigadas sanitarias, conformadas por pequeños equipos de 3 o 4 personas.

Prensa Facultad de Ciencias Exactas

A la fecha las brigadas han realizado un trabajo de búsqueda activa en los barrios de la región, abarcando Las Palmeras, La Unión, Villa Argüello y José Luis Cabezas y  alcanzando a relevar a la fecha a más de 15000 personas, vacunando contra influenza y neumococo a 700 personas de población de riesgo.

También se elaboró casi una tonelada y media de alcohol solución 70% y alcohol en gel, envasada en aproximadamente 6000 unidades  que fueron distribuidas en centros de salud, comedores y otros espacios territoriales y más de una docena de  talleres de producción de elementos de protección personal fueron asesorados por brigadistas.

A su vez, los equipos voluntarios que trabajan en el  Laboratorio de Salud Pública llevan analizadas mas de 1500 muestras de testeos derivados de difrentes centros de salud de la provincia de Buenos Aires.

Al respecto, y para conocer un poco más sobre el trabajo que viene realizando la Facultad de Ciencias Exactas, Red Baires se comunicó con el Secretario de Extensión de dicha institución Dr. Guido Mastrantonio, bioquímico, Dr. en Ciencias Exactas, Investigador Adjunto del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y trabaja en el área Toxicología del Departamento de Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias Exactas (UNLP).

-¿Cómo funcionan las Brigadas Sanitarias y cómo surgió la idea?

Las brigadas son una respuesta del área de extensión de la Facultad de Ciencias Exactas, al momento del cierre de la institución, cuando se declaró la emergencia sanitaria. Lo que pensamos inmediatamente fue, a través de las disciplinas que manejamos, en que áreas podíamos trabajar.

Se convocó a estudiantes, docentes y no docentes para armar pequeños equipos (tres, cuatro personas) para trabajar en cuestiones a distancia, hubo en principio asesoramiento de gente que trabajaba con cuestiones de elaboración de barbijos, de alcohol en gel. Y, por otro lado, equipos que comenzaban a trabajar en territorio. Una de las cuestiones, en épocas de aislamiento, es la interrupción de los tratamientos, la vacunación, el acceso a métodos anticonceptivos, todo el acceso a la salud se fractura.

Arrancamos con lo que es vacunación, sobre todo adultos mayores, y luego relevamientos de enfermos crónicos, que ya era con equipos en territorio. Un domingo, el día de la muerte de Ramona Medina, nos fuimos dando cuenta que buena parte del reclamo que ella hacía era justamente el espíritu que nos movía a trabajar en barrios populares, así que lo que se llamaban Brigadas Sanitarias, a partir de ese domingo, la propuesta que surgió fue denominarlas con su nombre.

Ramona Medina, vecina del Barrio 31 de Capital Federal y referente de La Garganta Poderosa, quien murió por Coronavirus, luego de denunciar la falta de agua en plena pandemia

A partir de ahí, lo que empezó a tomar relevancia fue el acompañamiento a provincia en la búsqueda de casos sospechosos de Covid-19. Ahí también se trabaja en pequeños equipos y lo que hicimos fue desarrollar un sistema informático con una aplicación en el celular que permite relevar los casos casa por casa y reunirlos desde la Facultad para procesar e informar de manera ordenada en qué lugares faltaba vacunación, y cuáles son los casos sospechosos para proceder al hisopado. Además estamos relevando cuestiones que tienen que ver con salud mental, salud reproductiva.

-La idea de abarcar otras cuestiones, ¿surgió en el territorio o ya iban con esa idea?

Nosotros tuvimos una articulación muy temprana con el UPA N°6 de Los Hornos, en un principio un trabajo muy mancomunado con ese equipo de salud en particular. Nos sentimos muy acogidos por Guillermo Ramos, el director del UPA N°6, y por el personal de salud, y fuimos aprendiendo todos.

Esta es la primera vez que nos toca una pandemia de este tipo. El diseño de los dispositivos fue un aprendizaje, y en el último mes ha sido muy importante la articulación con las organizaciones populares, los merenderos, las organizaciones que trabajan desde siempre en los barrios, no sólo como un apoyo o acompañamiento, sino que también se han podido pensar los dispositivos con el diagnóstico más certero que tienen esas organizaciones.

El Coronavirus no es sólo la enfermedad sino que además toda la situación de aislamiento implica un escenario de vulneración de la salud de las personas aisladas que pierden la relación con el sistema sanitario

-En ese sentido cuando van al barrio y encuentran gente que da positivo ¿tienen coordinación con el Ministerio de Salud?

La emergencia sanitaria por definición implica que la autoridad máxima es la autoridad sanitaria. Nosotros hemos trabajado siempre bajo la Región Sanitaria XI y la secretaría de salud de los municipios, sobre todo Berisso y Ensenada, ha sido un poco más difícil con la secretaría de salud de La Plata.

Todo lo que tiene que ver con los relevamientos o con el hallazgo de personas con sintomatología compatible o faltante de algún tratamiento se articulan con información certera a los efectores de salud, a la salita sanitaria de la zona o a la Secretaría de Salud del Municipio. El trabajo de la brigada es auxiliar a las autoridades sanitarias.

-¿Cuál es el criterio al momento de elegir a que barrio ir?

Por definición rápidamente entendimos que las zonas más vulnerables corresponden a los barrios populares, porque es ahí donde hay población que se encuentra con derechos vulnerados de base y por lo tanto son las comunidades que están recibiendo el golpe más duro, tanto por los riesgos asociados al Coronavirus como a las cuestiones de salud que surgen del aislamiento.

A qué barrios ir depende mucho de las demandas que van surgiendo de los efectores de salud, por eso arrancamos por la UPA de Los Hornos donde tienen un panorama más completo de dónde hay que ir, pero también nos fueron convocando de los comités de emergencia o de los municipios de Berisso y Ensenada.

Nosotros participamos en el operativo que hubo en el barrio José Luis Cabezas, un barrio muy vulnerado y que tuvo una intervención muy rápida de los dos municipios. El primer día de intervención nos convocaron para ser parte, lo mismo en Villa Arguello de Berisso. Hoy (por el miércoles 8 de julio) terminamos un relevamiento en el barrio Mocoví, convocados por el Municipio de Berisso, y en barrio La Unión, El Mercadito y barrio Nuevo, que lo armamos en conjunto con el Hospital Gutierrez, que tiene ahí su zona de acción.

-¿Cómo es el recibimiento de los vecinos?

Eso fue otro de los aprendizajes que tuvimos sobre la marcha. Relevar un barrio, ir casa por casa, golpear las manos y comenzar una charla también genera ahí un espacio de diálogo, de preguntas y respuestas y de contención con familias que tal vez no reciben toda la información, aunque entiendan bien la consigna del aislamiento.

Siempre nos acordamos de una familia decidida a mantener el aislamiento pero que no salía al patio por miedo a contagiarse, después de la charla entendieron que en el patio no se contagiaban y eso implicó una mejora en la calidad de vida y un conocimiento de lo que se necesita para poder entender mejor y llevar adelante esta situación.

El relevamiento, y poder acercarse a las familias, en general es un espacio muy humano. Hay muy buena recepción, y de nuestra parte hemos aprendido que ese espacio hay que continuarlo porque sólo tomando la temperatura y el test de olfato no estás respondiendo a la calidad de vida de esa familia que está en aislamiento y no tiene contención.

-¿También llevan folletos informativos?

No llevamos información en papel por protocolo de bioseguridad. Sí lo que hacemos es pedir el celular y preguntarles si les interesa recibir información por esa vía y con esa lista de Whatsapp vamos armando un directorio de personas a la que le mandamos información digital.

Y, por otro lado, también surgen algunas cuestiones de como resolver problemáticas de la asignación universal, de las vacunas, del acceso a la inscripción de algún hijo y cada uno de los brigadistas lo anota.

-¿Tienen pensado continuar con las brigadas mas allá del contexto de crisis?

Las brigadas nacieron en pandemia. Para nosotros es una experiencia muy potente, en términos de cantidad de personas, de estudiantes, docentes, graduados y no docentes, y también en términos conceptuales. Esta discusión de la Universidad en el territorio para nosotros tomó una forma muy interesante y seguramente va a mantener este formato con otras problemáticas en lo que viene.

Lo que sí nos imaginamos, como hemos aprendido y tenemos un equipo muy numeroso de vacunadores, que seguramente esta pandemia la vamos a cerrar vacunando en los barrios populares contra el Coronavirus.

-La Facultad de Exactas y la Universidad tuvieron y tienen un rol importante en esta pandemia, ¿qué crees que queda como enseñanza del rol de la Universidad?

La Universidad tiene una vocación de estar al servicio de las problemáticas de los sectores populares, pero me parece que acá toma una forma particular y supo responder con suficiente potencia. En cuanto al aprendizaje, yo creo que teniendo esa noción muy clara porque no somos la única Facultad que salió, me parece que es lo valioso que significa construir capacidades en conjunto con las organizaciones en territorio.

Buena parte de las cuestiones sanitarias en pandemia se está desarrollando en los barrios, en el marco del desarrollo de la organización popular. La Universidad está aprendiendo a entender mejor cuales son las dinámicas que permiten trabajar en conjunto con las organizaciones populares.

2 pensamientos sobre “Brigadas Sanitarias «Ramona Medina»: La Facultad en el territorio

  1. Excelente trabajo desde exactas la Unlp extension y el grupo de colaboradores liderado por el Dr Mastrantonio. Muy buen trabajo y necesario. Felicitaciones.

  2. Excelente trabajo ! Que se continúe en la postpandemia con otras iniciativas ! Los que trabajamos y hemos trabajado mucho tiempo atrás en el territorio, sabemos de la necesidad de hacer y llevar adelante estas propuestas ! Intercambio de saberes, escuchar y entender la problemática, orientar, ayudar a encontrar soluciones y aprender de los saberes locales !

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