Sobreviviendo a la pandemia

Por Federico García

La pandemia nos atravesó a todos. El 19 de marzo el gobierno nacional anunció el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio. Al momento de escribir estas líneas el aislamiento obligatorio más estricto se restringió a 35 municipios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), Capital Federal, Chaco, General Roca y Neuquen.

La pandemia trajo, además de enfermedad y muerte, crisis económica, que se suma a la que ya registraban los indicadores económicos de la Argentina durante los últimos años. Sobre llovido mojado. Los números son estremecedores. Por dar un ejemplo, la baja interanual del 26,4 % que registró el Estimador Mensual de Actividad Económica en el mes de abril, el más grande alguna vez registrado.

La ciudad de La Plata, al estar dentro del AMBA, está en aislamiento estricto (Fase 1), es decir que sólo pueden salir a trabajar los trabajadores esenciales o los que tengan que cuidar de un familiar enfermo. El resto sólo puede salir para ir a los comercios esenciales o asistir al médico. En este sentido, muchos sectores no están pasando su mejor momento, entre ellos los artistas, productores, gestores culturales, productores cerveceros, quienes también serán los últimos en poder realizar sus trabajos con normalidad debido a la propia dinámica de los mismos. Mientras tanto se mantienen como pueden y van capeando el temporal hasta que aclare.

El Centro Cultural “La Hormiguera”, ubicado en la calle 8 entre 61 y 62, un lugar que permanece cerrado, como todos los centros culturales y salas teatrales de la ciudad. En relación a eso, Francisco Andía, trabajador cultural y miembro de “La Hormiguera” señaló que “atravesar la cuarentena es bastante angustiante porque no hay posibilidades de realizar las actividades que se venían realizando antes de la pandemia con la que el artista se mantiene económicamente”. Y aseguró que “bajó muchísimo el ingreso de los artistas”, dentro de los cuales para muchos el arte era su único ingreso y son “los que peor la están pasando”.

Francisco Andía nació en La Plata y estudió periodismo en la Universidad Nacional de La Plata. Su primera obra como director y dramaturgo fue en el año 2016 y se llamó “La sangre quieta”, y el año pasado estrenó, también bajo su dirección y autoría, la obra “Sujeto”. Fundó un portal de noticias llamado “La Plataforma” y actualmente es productor en Radio Provincia. En su caso particular, la cuarentena lo afectó artísticamente en el hecho de que tenía planificado un estreno teatral para el 20 de Junio. “La pandemia dejó truncos muchos proyectos y obligó a realizar otros que tengan como eje la virtualidad”.

En cuanto a la ayuda municipal, Andía señala que “no recibimos como trabajadores, ni tampoco los espacios culturales, un gesto por parte del municipio, y no es de ahora sino que esto viene desde antes de la pandemia, no sólo nos da la espalda sino que se ha dedicado a perseguir a los centros autogestivos, clausurarlos, lo que no sucede con bares comerciales que también están con inhabilitaciones”.

Lo virtual

En esta pandemia ha habido un crecimiento exponencial de lo virtual, lo tecnológico hace tiempo que ocupa nuestras vidas pero con la cuarentena se ha vuelto casi indispensable para muchas personas, que han tenido en la internet una herramienta para sacar a flote su negocio, mostrar lo que hacen, seguir con su trabajo desde la casa o con sus estudios.

Los artistas no son la excepción y Andía señala que son “variadas las formas que los artistas van encontrando para subsistir, hay muchos que optaron por la modalidad virtual para seguir haciendo sus talleres”. Él había empezado en “La Hormiguera” con un taller de teatro este año pero en su caso no se halla haciendo teatro de manera virtual, “directamente me parece un oxímoron hacer teatro virtual, porque justamente de lo que se trata en el teatro es de lo presencial, el convivio, esa es la sustancia del teatro, la presencia de los cuerpos».

«Personalmente no encuentro la manera de hacer teatro virtual, al menos como a mi me gustaría, tal vez podría llegar a pensar un taller de actuación frente a cámara pero no es lo que yo había planificado para este año por eso decidí dejar de hacerlo”, agrega Andía.

De todas formas, entiende que tiene esa posibilidad por tener un sueldo fijo, “tal vez si fuese mi única fuente de ingreso hoy estaba dando un taller de teatro virtual”. Y agrega que está pensando algún tipo de curso que sea virtual y que se pueda hacer por esa vía, pero ya no de actuación sino de escritura creativa.

Dentro del espacio cultural del que forma parte, hay talleristas que decidieron hacer talleres virtuales, y también se comenzó a usar la herramienta del video en directo. “Nosotros desde La Hormiguera es lo que comenzamos a hacer como una manera de mantenernos visibles, si bien no nos genera ningún tipo de ingreso, nos da la posibilidad de seguir visibles y seguir realizando lo que fue nuestra razón de ser que tiene que ver con darle un lugar a los artistas, ser un espacio donde los artistas y la ciudadanía se puedan expresar, donde el artista pueda expresar su arte”.

Sobre protocolos

Esta cuarentena dejará palabras muy marcadas en nuestro vocabulario. Pandemia, murciélago, epidemiólogo, salud, crisis sanitaria, Zoom, protocolo, entre muchas otras. Con relación a esta última, los lugares de la cultura tienen mucho que ver, ya pensando en la vuelta. Porque sí, la cultura va a volver y nos volveremos a encontrar en una sala de teatro, en un espacio cultural o en una cervecería.

En torno a los protocolos, Andía refiere que comenzaron a elaborar un protocolo para la reanudación de las actividades culturales en varias fases, que lo están haciendo desde la Red Multicultural, un colectivo que nuclea a diferentes espacios culturales y redes de casas culturales, entre ellas PAEA (Profesorxs de Artes Escénicas Autogestivxs), SADEM (Sindicato Argentino de Músicos), que les están dando una ayuda con el tema de los protocolos porque ellos lograron sacarlo en la ciudad de Buenos Aires.

“Lo habíamos empezado hace un mes pero ahora retrocedimos en las fases y nos alejó de vuelta esta esperanza de poder elaborar un protocolo y poder entregárselo al ejecutivo municipal para reanudar al menos algunas actividades, entre ellas las salas de ensayo para musiques, talleres de teatro, con un manejo del espacio muy distinto a lo que era antes para mantener el distanciamiento”. Cuestiones que hacen muy diferente la realidad que viene pero “son las nuevas reglas del juego y va a haber que adapatarse al menos en un primer momento hasta que, supongo, esté la vacuna, y podamos retomar cierto contacto”.

Sobreviviendo la pandemia

Sobre cómo viene llevando este momento, Lilén Cheruse señaló que “venía bastante bien hasta el anuncio de que se volvía a extender (la cuarentena), si bien ya sabía que iba a ser de ese modo, volver a la fase 1 es como sentir que uno retrocede, sobre todo por la profesión que tiene uno, siento que por el sistema en el que vivimos nuestra felicidad depende más o menos de si logramos pagar el alquiler, los servicios, la comida, porque ya hemos llegado a un punto que hay personas que se están preguntando más si llegan a pagarse la comida o no, entonces sobrellevar la cuarentena está siendo bastante difícil en cuanto a lo emocional y lo mental”.

Lilén Cheruse nació en La Plata, donde vive actualmente. Es actriz, directora y dramaturga. Ha participado como actriz en “Los hermanos Iberra, una historia de amor y de guerra”, “Marathon”, “Belgrano hace bandera y le sale de primera”, “La era de la primavera”. Su primera obra como dramaturga y directora la realizó el año pasado y se llamó “Si he muerto y no me he dado cuenta ¿a quién le pregunto la hora?”. Se recibió en la Escuela de Teatro de La Plata y también realiza capoeira.

¿Cómo sobrellevar la cuarentena? Es, tal vez, la pregunta que nos hacemos todos. Lilén cuenta que sigue practicando capoeira, entonces está activa desde el cuerpo, el movimiento, el físico y un poco para despejarse la cabeza”, aunque reconoce que “viene bastante difícil estar constantemente tratando de estimularse uno mismo y dándose mensajes de aliento en un panorama tan oscuro, que tiene que ver mucho con la profesión que uno eligió, en mi caso el teatro”.

Esto pasará y hay que seguir pensando nuevos proyectos.

En ese sentido, Lilén cuenta que “estuvimos teniendo algunos ensayos por Zoom de Los hermanos Iberra (obra que llevan haciendo hace diez años)”, ya que la obra en su origen es como si fuera un radioteatro en vivo, entonces hay una parte de la obra que es posible hacerla como radioteatro. Se juntan una vez a la semana para ver si podían revivir esa parte del radioteatro sin necesidad de actuar en cámara y después de haber grabado los textos y hacer varias pruebas, el director se está encargando de editar todo lo que se grabó, y el plan es poner un día y una hora para poder pasarlo por alguna plataforma”.

De todas formas, señala Cheruse que, luego de la presentación, no sabe si seguirán pasándolo. Por otro lado, también está la obra “Mujeres intensamente habitadas”, donde el director les propuso a ella y a otra compañera, intérprete de señas, poder armar monólogos y están realizando ensayos virtuales, aunque todavía no hay nada cerrado.

¿Y la economía?

Desde el punto de vista económido, Cheruse señala que “la está pasando al límite, ya que todos los ingresos míos dependen de las clases de teatro que doy en espacios culturales y salas de teatro, y toda la actividad de clases y talleres está parada hasta quien sabe cuando, por lo cual estoy viviendo con lo justo”.

Situación laboral de los artistas

Quizá obligados por la pandemia, haya un lugar para pensar la situación laboral de muchos artistas. Al respecto, Cheruse señala que “en situación normal siempre hemos sido el último orejón del tarro, dado que nuestras actividades conlleva que siempre haya reuniones de más de dos personas y menos de un metro de distancia, y los artistas la están pasando muy mal en este momento, sean músicos, actores, actrices, escenógrafos, bailarines, clown, porque siempre hemos estado trabajando en espacios informales o trabajos no registrados, entonces no tenemos algunos beneficios que otro tipo de trabajo sí lo tiene”.

¿El municipio?

Cheruse manifiesta que “todavía no ha pedido ayuda al gobierno, la verdad que no llegué a inscribirme a ninguno o por ahí la página estaba saturada o cuando me enteré ya había pasado la fecha de inscripción, pero conozco colegas que lo han hecho, no obstante no todos han recibido la ayuda y tampoco los pedidos de ayuda han sido todos los mismos”.

De parte del gobierno provincial se efectuaron medidas hacia el sector, y en relación a eso, Cheruse manifiesta que “no le parecen suficientes, como tampoco le parece suficiente la actuación del municipio de La Plata hacia el sector cultural, de hecho por ahora no hemos tenido nada”.

Para realizar sus reclamos, quienes se dedican exclusivamente a la docencia en espacios no formales, armaron PAEA (Profesorxs de Artes Escénicas Autogestivxs) para organizarse en busca de soluciones. La agrupación es regional, es decir que abarca artistas de La Plata, Berisso y Ensenada, de teatro, circo, danza y clown.

Desde ahí han intentado mantener reuniones con los distintos municipios y por ahora quien les ha dado una ayuda ha sido el Municipio de Berisso, que les dio bolsones de comida, que se repartieron a 25 artistas que lo necesitaban y pareciera que va a tener continuidad. Aunque Lilén agradece al Municipio de Berisso, también sostiene que “no creemos que sea suficiente”.

De todas formas, desde PAEA han construido un protocolo y se siguen juntando, “venimos bastante coordinados y siempre apuntando al diálogo con el municipio para ver si podemos cubrir algunas de las necesidades que venimos pidiendo”.

¿El streaming como opción?

Mientras tanto los teatros siguen vacíos y la “normalidad” de la pandemia ha provocado que muchos comienzen a probar suerte con el streaming. Lilén Cheruse sostiene al respecto que “no es una solución sino un paliativo para generar una fuente de trabajo, una clase virtual nada tiene que ver con lo presencial, y menos en la cuestión del teatro, cuando éste hace mucho hincapié en lo humano, en el vínculo, en el contacto con el otro”. Aunque entiende que “hoy en día es la única salida que se está encontrando para generar una diferencia, básicamente para vivir el día a día. No todos los artistas tienen una computadora o un celular que les permita tener estas aplicaciones pero quienes sí tienen esa posibilidad me parece que está bien hacerlo porque es una manera de que las personas puedan seguir teniendo las clases de teatro como una necesidad esencial en la vida ya que es una actividad que ayuda a la mente, al cuerpo, como cualquier arte, y también como una oportunidad de recuperar algunos alumnos».

«Pensando en el futuro, en el sentido de que te permite poder llegar a personas de otras ciudades, de otras provincias u otros países, creo que esto nos abrió esa otra puerta, estará en cada uno si quieren continuarlo una vez que pase esto y si sigue habiendo personas que quieran tomar clases virtuales, pero básicamente hoy es lo único que podemos hacer para poder sacar una diferencia de toda esta locura que estamos viviendo, dado que nuestra profesión todavía no vemos más que tinieblas y oscuridad, y damos casi por sentado que hasta el año que viene esto no va a retomar”, señala Cheruse.

El sector cultural no es el único que está pasando un mal momento. Las cervecerías, que han tenido un fuerte crecimiento en La Plata, y también los productores cerveceros, que han logrado posicionar a la ciudad como uno de los polos cerveceros más importantes de Argentina, también están pasando por un momento delicado desde el punto de vista económico.

En ese sentido, el pasado 12 de junio, la Asociación de Cerveceros Platenses (ACAP) mantuvo una reunión con el Intendente Julio Garro. En un comunicado que difundieron por las redes, la ACAP manifestó que pudieron manifestar su punto de vista sobre la problemática de los emprendimientos productivos y hablaron con el Intendente sobre el estado actual de la actividad y la necesidad de plantear la habilitación municipal de nuevos establecimientos. Y destacaron que se llevaron el compromiso por parte del municipio de buscar una habilitación temporal que les permita desenvolverse formalmente y en legalidad, y también acordaron retomar el desarrollo de la reglamentación de la ordenanza que los involucre.

Diego Centurión, productor cervecero (BirrasAR), quien señaló que debíó dejar de producir cerveza ya que bajó drásticamente el consumo, “la birra es anfitriona de los encuentros sociales, cumpleaños, despedidas, reuniones de amigos que por ahora no está permitido”. Si bien es un momento difícil, Centurión afirma que “estamos preparados para cuando esto termine volver a empezar”. Con respecto a la ayuda ofrecida por el gobierno, Centurión dice que no recibió y tampoco conoce cerveceros que la hayan recibido.

Una opción a la que muchos restaurantes, bares y cervecerías han recurrido es el delivery, pero Diego sostiene que no es tan importante, ya que los pedidos no son tantos, ni representa lo mismo que dejar un barril en un despacho o bar. Con respecto a los gastos de mantenimiento, señala que “por suerte es un espacio familiar y los gastos son mínimos”.

Trabajadores de la cultura y cerveceros, al igual que otros sectores de La Plata, están atravesando una situación muy difícil. Esta nota es sólo una muestra de ésto. Pero esto también pasará y habrá que estar de pie cuando eso suceda. La Plata es un polo cultural desde hace décadas, y cada vez crece más. La cultura, como la universidad, le da dado a la ciudad un conocimiento y una impronta en el mundo entero. De La Plata surgió Virus, Los redonditos de Ricota, El mató a un policía motorizado, Iñaki Urlezaga, y siguen surgiendo artistas y surgirán más.

Si pensamos en cuales fueron los momentos más felices que vivimos en cuarentena seguramente muchos de ellos tengan con que ver con el arte. Esto pasará y nos encontrará más fuertes, en una sala de teatro y comentándola luego en una de las tantas cervecerías que tiene la ciudad.